La llamada cultura de ‘matahara’ (“acoso de maternidad”) sigue presente en muchos lugares de trabajo en Japón, donde desaniman a las mujeres a tener hijos, e incluso pueden influir en el momento en que quedan embarazadas. El tema volvió a llamar la atención de la sociedad, después de que el diario japonés The Mainichi escribiera sobre un hombre cuya esposa rompió una “regla tácita” al quedar embarazada antes de su “turno” en su lugar de trabajo.
Según el hombre, de 28 años, el director del centro cuidado infantil donde trabaja su esposa, estableció “turnos” para que las empleadas puedan tener hijos para evitar que demasiados trabajadores se vayan en un país que enfrenta una escasez de opciones de cuidado infantil. Por ello, la pareja tuvo que pedir disculpas por “romper las reglas de manera egoísta”.
La periodista japonesa Toko Shirakawa, que formó parte del panel gubernamental sobre la cultura del trabajo, confirmó que existe una programación del embarazo, explícita y no explícita, en las empresas japonesas.
“Incluso cuando las reglas de embarazo no se aplican estrictamente, las mujeres tienden a abstenerse de quedar embarazadas al mismo tiempo que sus colegas que toman licencia de maternidad porque no quieren causar problemas a sus colegas”, explicó Shirakawa al periódico.
Brigitte Steger, investigadora del Japón moderno en la Universidad de Cambridge (Reino Unido), dijo a Daily Telegraph que las ideas de la posguerra sobre el género y el trabajo siguen activas en muchos lugares de trabajo japoneses. “Las mujeres son acosadas por ser egoístas por tomarse un tiempo para tener hijos o cuidar de ellos y por ser desconsideradas con sus compañeros de trabajo, mientras que también son criticadas por ser egoístas y no tener hijos”, señaló Steger.
0 coment�rios:
Publicar un comentario