PARIS.- La Justicia francesa ha abierto una investigación sobre la celebración de la boda del expresidente de Renault Carlos Ghosn en el Palacio de Versalles, cuyo coste asumió el grupo automovilístico francés, según informan este lunes los medios locales.
El Palacio no cobró a Ghosn el alquiler de las salas en las que se desarrolló el enlace -un servicio estimado en 50.000 euros (unos 56.735 dólares)-, sino que lo imputó al contrato de mecenazgo que tiene con Renault, en virtud del cual el fabricante de coches utiliza sus dependencias para algunos actos institucionales.
La boda se celebró el 8 de octubre de 2016 y las pesquisas están en manos de la Oficina Central de Lucha contra las Infracciones Financieras y Fiscales (OCLCIFF).
La investigación se ha abierto después de que la propia compañía automovilística francesa denunciara esa posible operación irregular ante la Justicia.
El descubrimiento lo llevó a cabo la comisión interna de investigación que creó Renault el 23 de noviembre, días después del encarcelamiento de Ghosn en Tokio por supuestas irregularidades financieras.
Su abogado, Jean-Yves Leborgne, señaló en febrero que Ghosn pensó que el Palacio de Versalles le hacía un regalo personal por la “relación privilegiada” con su empresa y no fue consciente de que ese alquiler se imputó al contrato con Renault.
Ghosn salió en libertad bajo fianza el pasado 6 de marzo. Su letrado añadió en febrero que está dispuesto a pagar a Renault la factura y destacó que el grupo automovilístico francés la asumió por un “malentendido”.
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