SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El desempleo se redujo del 8.8% al 5.8% de la población económicamente activa en los últimos cuatro años, aseguró este miércoles el Banco Central con base a la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo.
El informe muestra que en el cuatrienio 2014-2018 se generaron en promedio de 132 mil 715 empleos al año, una cifra superior a los 119 mil 122 personas que ingresan anualmente al mercado laboral.
El Banco Central explicó que el aumento constante de la tasa de ocupación es el resultado del crecimiento del más del 6% que ha registrado la economía en los últimos años.
El informe íntegro del Banco Central:
El Banco Central (BC), como responsable del levantamiento de la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT), pone a disposición de los agentes económicos, analistas y público en general, esta nota técnica con el fin de presentar los resultados alcanzados en términos de generación de ocupados netos en la economía y disminución del desempleo, en ocasión de la reciente publicación de los datos definitivos correspondientes al cierre de 2018 disponibles en la página web de la Institución.
Durante los últimos años, la economía dominicana ha registrado un crecimiento promedio anual superior al 6.0% en términos reales, por encima de su potencial y el más alto de toda América Latina, favoreciendo el aumento sostenido en la generación de nuevos ocupados netos y una mejoría en todos los indicadores de subutilización de la fuerza de trabajo recomendados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para dar seguimiento al mercado laboral, lo cual refleja el vínculo positivo entre el dinamismo de la economía y la ocupación.
El primero de los indicadores de subutilización es la tasa oficial de desocupación abierta (SU1), es decir los desocupados que están buscando activamente trabajo (desocupados abiertos) como proporción de la Fuerza Laboral o Población Económicamente Activa (PEA), la cual pasó de 8.8% en julio-septiembre de 2014 (punto inicial de la nueva serie de indicadores asociado a la nueva ENCFT) a 5.8% en el último trimestre de 2018.
El indicador SU2, que incluye, además de los desocupados abiertos, a aquellos que están ocupados, pero desearían trabajar más horas (subocupados por insuficiencia de horas) como proporción de la fuerza laboral, pasó de 16.1% en el tercer trimestre de 2014 a 10.3% al cierre de 2018.
Asimismo, el indicador de subutilización de fuerza de trabajo SU3, que toma en consideración tanto a los desocupados abiertos (buscando activamente trabajo) como a los desocupados desalentados (que están incluidos en la denominada fuerza de trabajo potencial), pasó de 17.9% en julio-septiembre de 2014 a 11.0% en octubre-diciembre de 2018, un mínimo histórico. Este indicador es prácticamente el mismo que anteriormente se denominaba tasa de desocupación ampliada, con la diferencia mínima de que SU3 incluye a un reducido número de los buscadores de trabajo no disponibles, como es el caso de algunos estudiantes a punto de graduarse que están buscando trabajo, pero no están disponibles de forma inmediata.
De igual forma, el indicador de subutilización de fuerza de trabajo SU4, que considera a los desocupados abiertos, a los desocupados desalentados que no están buscando trabajo activamente y a los subocupados por insuficiencia de horas, pasó de 24.6% en julio-septiembre de 2014 a 15.2% en octubre-2018.
Como se puede observar, las cuatro medidas de subutilización de la fuerza de trabajo, reflejan una marcada tendencia decreciente a lo largo de toda la serie, cónsono con el desempeño de la economía en los últimos años.
Resulta oportuno aprovechar esta nota técnica para realizar algunas puntualizaciones sobre el reciente artículo “Las cifras del empleo” del economista Pavel Isa Contreras, publicado en uno de los diarios de circulación nacional, cuyo objetivo, revelado por su autor, era el de “discutir qué tanta razón tienen el Presidente y el gobierno de sentirse satisfechos con los resultados” de mercado laboral, en el cual concluye luego de analizar los indicadores señalados anteriormente, que “los resultados son buenos”, sin embargo, inmediatamente añadió que “se advierten déficits importantes”.
En ese tenor, Isa Contreras plantea que la Población Económicamente Activa (PEA), hoy denominada Fuerza Laboral, presenta un extraño comportamiento inestable. De acuerdo a su análisis, esto no debería ocurrir por ser una variable explicada, según su criterio, por factores como la escolaridad entre jóvenes, la disposición a trabajar de las mujeres y el crecimiento de la población de 15 años, que según él no cambian tan bruscamente como muestran los datos de la encuesta.
La verdad es que llama la atención esta línea argumental de un académico formado en economía, ya que, partiendo de la misma definición de la fuerza laboral, no debería de esperarse a priori que la misma tienda a “cambiar poco”, como escribe en su artículo.
La OIT define a la Fuerza Laboral (PEA) como la población mayor a una edad mínima para acceder al mercado laboral o la edad en que cesa la enseñanza obligatoria y sin límite máximo de edad, que se encuentra ocupada o buscando activamente trabajo en un periodo de referencia (ocupados más desocupados abiertos). Para el caso de República Dominicana, el umbral mínimo de edad es de 15 años, en línea con el estándar de la mayoría de los países a nivel internacional.
Partiendo de esta definición, los movimientos de este importante indicador van a responder a los cambios que se originen tanto en los ocupados como en los desocupados abiertos. Por esta razón, sería poco probable que la evolución de la fuerza laboral no exhiba variabilidad, ya que, además del ciclo económico y las expectativas que la impactan significativamente en la coyuntura, en la misma inciden múltiples factores como los cambios demográficos, los flujos migratorios, la heterogeneidad de las segmentaciones (i.e. grupo etario, género, nivel educativo), la inadecuación de calificaciones y competencias con puestos de trabajo disponibles, la información asimétrica y fricciones de contratación asociadas a la misma, entre otros que influyen en la evolución de la PEA.
En este sentido, dadas las múltiples variables que inciden en la PEA, no debería extrañar ni resultar enigmático que la misma presente variaciones en su ritmo de crecimiento en el tiempo. Más aún, al analizar los datos disponibles en la base de datos de la OIT, se observa que otros países de la región como Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Perú y Uruguay, por citar algunos ejemplos, presentan una mayor variabilidad en los cambios registrados en la fuerza de trabajo o PEA que la República Dominicana.
Según los datos de la ENCFT, en el cuatrienio 2014-2018 se generaron en promedio 132,715 empleos anuales, mientras la fuerza laboral o PEA aumentó a un ritmo anual promedio de 119,122 personas en igual periodo. Estos resultados se tradujeron en una reducción de la tasa de desocupación abierta o indicador de subutilización de la fuerza de trabajo SU1, que pasó de 8.8% en el tercer trimestre de 2014 a 5.8% al cierre de 2018, como fuese señalado anteriormente, transitando por un punto mínimo en octubre-diciembre de 2017 de 5.1%.
Antes de que algunos analistas y economistas que dan seguimiento al comportamiento de la economía dominicana pudiesen manifestar asombro o extrañeza ante la variación registrada en la tasa de desocupación abierta en el año 2018 en un escenario en que el PIB creció 7.0%, resulta importante y oportuno realizar algunas precisiones al respecto.
En este tenor, el crecimiento por encima de su potencial que ha mantenido la economía dominicana en los últimos años ha motivado a que una proporción de aquellas personas desalentadas que no estaban buscando empleo activamente, pero se encontraban disponibles para trabajar, hayan retomado su labor de búsqueda, ingresando a la fuerza laboral.
En efecto, al analizar la evolución de la fuerza laboral o PEA, se observa que a partir del último trimestre del año 2017 se aceleró el ritmo de crecimiento de la misma, lo cual se reflejó en un aumento en la tasa global de participación en el mercado de trabajo , la cual pasó de 62.1% en octubre-diciembre 2017 a 64.3% en octubre-diciembre de 2018, su punto máximo de la serie.
Esto quiere decir que durante el pasado año se registró una mayor cantidad de personas ejerciendo presión en el mercado laboral mediante la búsqueda activa de trabajo, pero no todos lograron conseguir un empleo. Por consiguiente, se produjo un aumento de la tasa de desocupación abierta.
No obstante, como se pudo apreciar al inicio de este artículo, el indicador de subutilización de fuerza laboral SU3 que incluye tanto los desocupados que buscan activamente trabajo como los que no (anteriormente conocido como tasa de desocupación ampliada) continuó su tendencia decreciente en el año 2018.
Para tener una mejor perspectiva del comportamiento de los ocupados, desocupados e inactivos (personas fuera de la fuerza laboral), resulta importante observar la dinámica de transición entre las diferentes condiciones del mercado laboral. Los resultados de este análisis tipo panel que permite realizar la nueva ENCFT pueden apreciarse en la gráfica que figura más adelante en el documento, a través de círculos que representan los individuos que conservaron su condición en el mercado de trabajo respecto del mismo trimestre del año anterior y de flechas que contienen el porcentaje de movilización dentro del mercado laboral.
En este tenor las cifras arrojan que el 92.4% de las personas ocupadas en octubre-diciembre 2017 conservó su condición de ocupados en octubre-diciembre 2018, un 6.1% de los ocupados salió de la fuerza de trabajo a condición de inactivos y el 1.4% restante pasó de la ocupación a la desocupación. Asimismo, del total de desocupados en octubre-diciembre 2017, un 38.9% se movilizó hacia la ocupación un año después, un 22.4% mantuvo su situación de desocupados y el 38.7% restante pasó a la inactividad.
En el caso de las personas inactivas (fuera de la fuerza de trabajo), el 81.5% de las mismas conservó su condición en octubre-diciembre de 2018 con respecto al mismo trimestre del año anterior, mientras un 15.4% pasó a la ocupación y un 3.1% transitó a la condición de desocupados abiertos, contribuyendo estos últimos casos al aumento de la fuerza de trabajo o PEA.
La realidad es que no es tan simple como plantearse que el cambio en la PEA viene dado exclusivamente por los nuevos buscadores de trabajo que se insertan al mercado, como se infiere del artículo de Isa Contreras. Se requiere mayor profundidad al hacer el análisis, tomando en cuenta los flujos continuos entre ocupados, desocupados e inactivos en el mercado laboral, como se aprecia en la dinámica de transición entre las diferentes condiciones del mercado laboral.
Otro aspecto señalado por Pavel Isa en su artículo es que entre octubre de 2012 y el penúltimo trimestre de 2018, “el total de empleos creados fue de 608 mil, 162 mil menos que la cifra ofrecida en el discurso”, indicando que no sería posible que esa diferencia en la cantidad de empleos se haya generado en el último trimestre del año. Por esta razón, reclama una explicación sobre las cifras de generación de empleos en el período 2012-2018 divulgadas por el Presidente Lic. Danilo Medina Sánchez en su reciente discurso de rendición de cuentas ante la Asamblea Nacional.
Sobre este último particular, resulta evidente que el Dr. Isa no utilizó las cifras correctas al calcular los empleos acumulados publicados en la página web del Banco Central. Los datos definitivos arrojan un aumento de los ocupados netos desde octubre 2012 hasta el último trimestre de 2018, consistente con las cifras ofrecidas en el discurso de rendición de cuentas del pasado 27 de febrero y no presentan la supuesta diferencia de 162,000 ocupados menos que indicó el economista en su artículo de opinión.
Al analizar los datos de la ENCFT al cierre de 2018 en comparación con los ocupados de octubre 2012 que arroja la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo tradicional (ENFT), se puede corroborar que el total de nuevos ocupados netos adicionales en los últimos seis años fue muy cercano a la proyección preliminar de 770,000 empleos generados que señaló el presidente en su discurso 27 de febrero.
Por último, al referirse a la comparabilidad de las dos encuestas de fuerza de trabajo del Banco Central, el articulista manifestó que a su juicio “todavía no queda del todo claro” que las mismas sean comparables. En ese tenor, en el documento de Página Abierta titulado “Aspectos metodológicos sobre las estimaciones de ocupación de la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo (ENFT) y la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT)”, publicado el 20 de mayo de 2018 en el portal web del Banco Central, efectivamente se presentaron los aspectos metodológicos del procedimiento realizado con el fin de garantizar la comparabilidad de las cifras de generación de ocupados netos utilizando ambas encuestas de fuerza de trabajo, demostrando que no existen diferencias estadísticamente significativas entre las estimaciones de población ocupada que arrojan ambas encuestas.
El Banco Central mantiene su compromiso de ofrecer datos oportunos y confiables sobre el comportamiento de las principales variables macroeconómicas, apegados a los lineamientos de los últimos manuales internacionales que garantizan la consistencia de los mismos. En este sentido, los organismos internacionales reconocen la implementación de las mejores prácticas y recomendaciones en el ámbito de la compilación de estadísticas por parte de esta Institución.
Particularmente, los datos del mercado laboral derivados de la ENCFT incorporan las últimas
resoluciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en materia de medición de los indicadores de subutilización de la fuerza laboral, así como las del manual vigente de medición del sector informal y el empleo informal de 2013.
resoluciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en materia de medición de los indicadores de subutilización de la fuerza laboral, así como las del manual vigente de medición del sector informal y el empleo informal de 2013.
Cabe señalar, que el importante avance en las estadísticas del mercado de trabajo logrado en los últimos años, propició que la OIT recomendara al país representado por el Banco Central de la República Dominicana, para ocupar la Vicepresidencia de la 20.a Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo (CIET) celebrada en octubre 2018 en Ginebra, Suiza. La referida Conferencia que se celebra cada 5 años desde 1923, constituye la reunión de más alto nivel de estadísticos del trabajo y en esta ocasión contó con la participación de 145 países con 370 delegados de todo el mundo, la gran mayoría vinculados a los ministerios de trabajo y a las autoridades nacionales de estadísticas de los países, en adición a los representantes de las organizaciones de empleadores y de trabajadores.
Finalmente, el Banco Central siempre ha mostrado disposición a responder las consultas de los usuarios sobre las estadísticas económicas que publica, las cuales son atendidas ya sea por la vía formal mediante comunicación escrita o a través de una llamada telefónica. La inquietud del Isa Contreras sobre la cantidad de empleos generados 2012-2018 se hubiese disipado inmediatamente de haber contactado a la Institución para estos fines como lo ha hecho en ocasiones anteriores. De esa manera el espacio en el periódico que destinó a solicitar aclaraciones hubiese sido mejor aprovechado para plantear soluciones a los desafíos pendientes en el mercado laboral con el debido sustento técnico.
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