WASHINGTON.- El estado de Tennessee (Estados Unidos) desempolvó hoy su silla eléctrica para ejecutar al reo Edmund Zagorski, que fue condenado a muerte por un doble asesinato en 1983 y que había pedido morir de esta manera.
A Zagorski, blanco de 63 años, lo declararon muerto a las 19.26 hora local (00.26 del viernes GMT) tras recibir dos descargas eléctricas en la Institución de Máxima Seguridad Riverbend, en Nashville, según notificó el Departamento Correccional de Tennessee.
Preguntado por el director de la prisión por unas últimas palabras, el reo dijo: “Let’s rock” (“vamos a roquear”).
Fue entonces cuando Zagorski recibió una primera descarga de 1750 voltios durante 20 segundos, seguida por una pausa de 15 segundos y una segunda descarga también de 1750 voltios de 15 segundos antes de ser declarado muerto.
La de Zagorski fue la primera ejecución con silla eléctrica en Estados Unidos desde 2013 y la primera en Tennessee desde 2007.
Tennessee y otros ocho estados de la Unión conservan todavía la silla eléctrica como método secundario de ejecución en caso de que los presos la prefieran a la inyección letal, que es la primera opción en todo el país.
Tanto Daryl Holton en 2007 en Tennessee como Robert Gleason en 2013 en Virginia pidieron morir en la silla eléctrica.
Inicialmente, Zagorski iba a recibir una inyección letal el 11 de octubre pasado, pero a última hora pidió al estado de Tennessee la silla eléctrica y su ejecución fue pospuesta hasta hoy para prepararla.
El reo dijo que prefería recibir durante 35 segundos una descarga de 1.750 voltios que una inyección letal que podía tomar varios minutos en matarlo.
El hoy ejecutado había sido condenado a muerte en 1984 por los asesinatos, cometidos un año antes, de John Dale Dotson y Jimmy Porter, a los que supuestamente iba a vender 100 libras de marihuana.
Zagorski citó a sus víctimas en una área boscosa para cerrar el trato, pero una vez ahí les disparó, les cortó sus gargantas y les robó su vehículo y el dinero que llevaban para comprar la droga.
Anoche, el estado de Tennessee le sirvió a Zagorski una última cena que el preso había pedido con un presupuesto máximo de 20 dólares y que consistió en manitas de cerdo encurtidas -una receta del sur de EE.UU.- y rabos de cerdo.
La de Zagorski fue la vigésima ejecución del año en EE.UU. y la número 1.485 desde que el Tribunal Supremo restituyó la pena de muerte en el país. Tennessee ha ejecutado a ocho de estos 1.485 presos, dos de ellos este año.
Tennessee tiene previsto ejecutar el próximo 6 de diciembre a otro reo, es el caso de David Miller, condenado a muerte por asesinar a una mujer con discapacidad mental en 1981. Miller no ha pedido, por el momento, que lo ejecuten con la silla eléctrica.
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