BOGOTÁ.- Francisco Vaquero tenía 19 años cuando ingresó en las filas de la antigua guerrilla de las FARC como única opción de vida y donde se desempeñó como enfermero, pero desde hace dos años su vida dio un giro al formarse como técnico sanitario con la ayuda de la Cruz Roja de Colombia y Noruega.
Vaquero fue guerrillero durante 13 años después de que el conflicto armado azotara al pueblo en que vivía en Cundinamarca (centro) y se profundizaran problemas políticos, económicos y sociales.
Su familia, de origen humilde, estaba vinculada a los procesos de la guerrilla, por lo que adquirió una conciencia política desde pequeño e ingresó a los grupos juveniles asociados a las FARC.
“Hace tan solo un tiempo mi vida era diferente, un día normal en la vida guerrillera se inicia a las 4.30 de la mañana, uno va a la formación para registrar que amaneció bien y se pone a estudiar algún tema como noticias, una obra cultural o lecturas de nuestra ideología”, afirmó a Efe Vaquero.
Agregó: “Más tarde cada uno desarrollaba sus actividades, yo en mi caso lo relacionado con la salud y a las 8 de la noche se hace el silencio total, ya todo el mundo duerme”.
El exenfermero de combate ayudaba a sus compañeros heridos, rodeado de armas, del color verde oliva de los uniformes y del silencio que impregnaba la selva, pero eso quedó en el pasado y junto a 34 compañeros se graduó como profesional de la salud.
El proyecto “Fortalecimiento de Comunidades para la Paz” se inició hace dos años de la mano de la Cruz Roja de Colombia y Noruega con el objetivo de formar a 135 excombatientes que aprovecharon sus capacidades aprendidas en la guerrilla para alcanzar el título de auxiliares de enfermería, salud pública, servicios administrativos y farmacéuticos.
Con esta iniciativa, la Cruz Roja Colombiana formó a excombatientes en los departamentos de Meta (30), Caquetá y Bogotá (20 cada uno), Tolima (15), Antioquia (14) y Norte de Santander, Cauca y Arauca, con 12 cada uno.
El programa, que tiene una duración de dos años, comprende clases teóricas y prácticas, que Vaquero realizó en el barrio bogotano 20 de Julio en un hogar de niños con discapacidad cognitiva y luego con personas de la tercera edad.
El plan se inició evaluando los conocimientos de los exguerrilleros por parte de la Cruz Roja y el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), que construyeron un modelo de formación para cumplir con las exigencias legales del país.
El exjefe de las FARC y actual senador por ese partido Julián Gallo afirmó a Efe que el proyecto tiene un significado “muy importante” porque “esos aprendizajes que se hicieron durante el desarrollo del conflicto, en este caso en materia de salud, los exguerrilleros comenzarán a (usarlos para) contribuir y atender a la población y a las comunidades”.
“La propia dinámica del conflicto nos llevó a crear escuelas de formación, de médicos y paramédicos llegando a hacer cirugías programadas y curando heridas de guerra”, apostilló Gallo.
Por otra parte Vaquero consideró que la paz se hace con proyectos de este tipo y afirmó que “es un proceso que ha de llevar cada uno, en el corazón de cada persona, con un gran compromiso”.
Imagen: Fuente Externa
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